El “papel” antes
del papel
En el principio fue la piedra. Así podemos
comenzar nuestro comentario sobre esta breve historia del "papel"
antes de ser papel. Como se habrá percatado el lector, vamos a referirnos a los
medios que se empleaban para reflejar la escritura antes de que se llegara a
conocer el papel.
Efectivamente, en el
principio fue la piedra. Parece que este material fue el primero que se empleó
para hacer anotaciones, miles de años antes que se conociera el papel. El barro
cocido, piel, papiro, cera, pergamino, son otros tantos materiales que han sido
utilizados por la humanidad para escribir.
Quizás el documento más
antiguo que se conozca sea la famosísima estela de las leyes del rey de
Babilonia Hammurabi, que reinó en el siglo XVIII a.d.C. Este rey, sabio
gobernante, nos ha dejado escrito en esta estela de piedra un importante cuerpo
de leyes, con las que reguló el derecho y el orden en su pueblo. Se trata de
una pieza de diorita, de 2,25 m. de altura, de color verde grisáceo, que fue
encontrada el año 1901 en las ruinas de Susa, capital del antiguo imperio persa
y está escrita con signos cuneiformes. Como dato curioso, muy del día, podemos
transcribir aquí una de las ordenanzas que figuran en este código de piedra:
“en el caso de que a un arquitecto constructor se le derrumbe una casa
construida por él, está obligado a reconstruirla por su cuenta. Más, si se le
derrumba una casa por defectuosa construcción y mata al dueño de la casa, se
dará muerte al arquitecto; si el que muere es un hijo del dueño, se dará muerte
al hijo del arquitecto”. Como podemos ver, las cosas se pusieron muy serias en
aquellos tiempos del rey Hammurabi.
Otro famoso documento de
piedra es la llamada Piedra de Rosetta, denominada así por haberse encontrado
en la localidad de Rosetta, en Egipto. Fue descubierta en el año 1.799 y se
encuentra en el Museo Británico, en Londres. Se trata de un decreto real del
siglo II a.d.C., escrito en caracteres jeroglíficos, demóticos y griegos, cuya
interpretación correcta se debe al francés Champollion, quien después de muchos
años de estudio llegó a descifrar correctamente la escritura jeroglífica
egipcia.
Son más frecuentes los
hallazgos de escritos en barro, procedentes en su mayor parte de Egipto y
Sumer. Es curiosa para nosotros, por su relación con la textil, una tabla de
barro encontrada en Caldea, con 2.200 años a.d.C. de antigüedad. En esta tabla
se explica la manipulación industrial de la lana y se facilitan una serie de
detalles sobre su elaboración.
El barro, por ser más
fácil de manipular, fue más empleado que la piedra y han llegado hasta nosotros
bastantes muestras de estos escritos antiguos. Las leyes del rey babilónico
Nabucodonosor, fueron grabadas en barro húmedo que después fue secado al sol.
Algunos escritos en barro fueron enviados a su destino en "sobre"
como en la época actual; la tableta que se había escrito era guardada y cerrada
dentro de un estuche que se hacía con el mismo material. Del año 2.300 a.d.C.
parece ser una nota escrita en barro que se ha encontrado contenida dentro de
su estuche.
En la época más antigua
del imperio egipcio, se elaboró, a partir del vegetal, el papiro. Del cuarto
milenio antes de Cristo parece que es el trozo más antiguo que se ha
encontrado. Este nuevo material, fino y plano, lo obtuvieron de la planta del
mismo nombre que crece abundantemente en las orillas del Nilo. Un cuidadoso tratamiento de este
vegetal permitió llegar a obtener superficies duras y lisas, sobre las que se
escribía muy cómodamente. Se enviaban a los usuarios en rollos y así se
conservaban después de escritos. La habilidad de los industriales y la
inteligencia y gusto de los escribas han hecho que hayan llegada a nosotros
curiosos y bellos ejemplares de rollos de papiro.
Este soporte para escribir
produjo una autentica revolución en la cultura de los pueblos antiguos, ya que
facilitó la propagación de las ideas y proporcionó un medio fácil para el
desarrollo del pensamiento. La famosa biblioteca de Alejandría, antes de la
destrucción de la ciudad por Cesar en el año 47 a.d.C., contaba con mas de
500.000 ejemplares. Los emperadores romanos fundaron después bibliotecas
importantes que se nutrieron con estos rollos de papiro y más tarde con rollos
de pergamino cuyo origen parece remontarse al siglo III a.d.C.
El pergamino procedía de
pieles de becerro, cordero y cabra, secadas y alisadas. Así como en las
tabletas de barro se escribía con punzones metálicos que iban haciendo
incisiones sobre este material, en el papiro y en el pergamino, ya se empleó
una especie de tinta. Los romanos escribían con plumas, que en alguna ocasión
eran de bronce, pero comúnmente se trataba de plumas de aves y a veces de cañas
que se preparaban adecuadamente para este uso.
Otro medio empleado para
escribir en la antigüedad, fueron las tabletas de cera, parece que ideadas por
los griegos. La cera fundida se vaciaba dentro de unos marcos de madera y al
solidificarse quedaban en una forma muy semejante a las "pizarras"
que usábamos en la escuela antiguamente. Para formar un libro con ellas, se reunían
a base de hacer unos taladros en los marcos de madera y se reunían con cintas
de cuero. Estos "papeles" eran grabados por los escribas con buriles
de metal. Hasta que en la Edad Media se empezó a escribir en papel, las tablas
de cera fueron muy utilizadas, sobre todo en los medios económicamente débiles.
Publicado en:
Sniace, nuestra vida social Nº 129 marzo-abril 1972
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