martes, 23 de abril de 2019

En torno al libro II . El "papel" antes del papel


El “papel” antes del papel



En el principio fue la piedra. Así podemos comenzar nuestro comentario sobre esta breve historia del "papel" antes de ser papel. Como se habrá percatado el lector, vamos a referirnos a los medios que se empleaban para reflejar la escritura antes de que se llegara a conocer el papel.


            Efectivamente, en el principio fue la piedra. Parece que este material fue el primero que se empleó para hacer anotaciones, miles de años antes que se conociera el papel. El barro cocido, piel, papiro, cera, pergamino, son otros tantos materiales que han sido utilizados por la humanidad para escribir.

            Quizás el documento más antiguo que se conozca sea la famosísima estela de las leyes del rey de Babilonia Hammurabi, que reinó en el siglo XVIII a.d.C. Este rey, sabio gobernante, nos ha dejado escrito en esta estela de piedra un importante cuerpo de leyes, con las que reguló el derecho y el orden en su pueblo. Se trata de una pieza de diorita, de 2,25 m. de altura, de color verde grisáceo, que fue encontrada el año 1901 en las ruinas de Susa, capital del antiguo imperio persa y está escrita con signos cuneiformes. Como dato curioso, muy del día, podemos transcribir aquí una de las ordenanzas que figuran en este código de piedra: “en el caso de que a un arquitecto constructor se le derrumbe una casa construida por él, está obligado a reconstruirla por su cuenta. Más, si se le derrumba una casa por defectuosa construcción y mata al dueño de la casa, se dará muerte al arquitecto; si el que muere es un hijo del dueño, se dará muerte al hijo del arquitecto”. Como podemos ver, las cosas se pusieron muy serias en aquellos tiempos del rey Hammurabi.

            Otro famoso documento de piedra es la llamada Piedra de Rosetta, denominada así por haberse encontrado en la localidad de Rosetta, en Egipto. Fue descubierta en el año 1.799 y se encuentra en el Museo Británico, en Londres. Se trata de un decreto real del siglo II a.d.C., escrito en caracteres jeroglíficos, demóticos y griegos, cuya interpretación correcta se debe al francés Champollion, quien después de muchos años de estudio llegó a descifrar correctamente la escritura jeroglífica egipcia.

            Son más frecuentes los hallazgos de escritos en barro, procedentes en su mayor parte de Egipto y Sumer. Es curiosa para nosotros, por su relación con la textil, una tabla de barro encontrada en Caldea, con 2.200 años a.d.C. de antigüedad. En esta tabla se explica la manipulación industrial de la lana y se facilitan una serie de detalles sobre su elaboración.

            El barro, por ser más fácil de manipular, fue más empleado que la piedra y han llegado hasta nosotros bastantes muestras de estos escritos antiguos. Las leyes del rey babilónico Nabucodonosor, fueron grabadas en barro húmedo que después fue secado al sol. Algunos escritos en barro fueron enviados a su destino en "sobre" como en la época actual; la tableta que se había escrito era guardada y cerrada dentro de un estuche que se hacía con el mismo material. Del año 2.300 a.d.C. parece ser una nota escrita en barro que se ha encontrado contenida dentro de su estuche.


            En la época más antigua del imperio egipcio, se elaboró, a partir del vegetal, el papiro. Del cuarto milenio antes de Cristo parece que es el trozo más antiguo que se ha encontrado. Este nuevo material, fino y plano, lo obtuvieron de la planta del mismo nombre que crece abundantemente en las orillas del Nilo. Un cuidadoso tratamiento de este vegetal permitió llegar a obtener superficies duras y lisas, sobre las que se escribía muy cómodamente. Se enviaban a los usuarios en rollos y así se conservaban después de escritos. La habilidad de los industriales y la inteligencia y gusto de los escribas han hecho que hayan llegada a nosotros curiosos y bellos ejemplares de rollos de papiro.

            Este soporte para escribir produjo una autentica revolución en la cultura de los pueblos antiguos, ya que facilitó la propagación de las ideas y proporcionó un medio fácil para el desarrollo del pensamiento. La famosa biblioteca de Alejandría, antes de la destrucción de la ciudad por Cesar en el año 47 a.d.C., contaba con mas de 500.000 ejemplares. Los emperadores romanos fundaron después bibliotecas importantes que se nutrieron con estos rollos de papiro y más tarde con rollos de pergamino cuyo origen parece remontarse al siglo III a.d.C.

            El pergamino procedía de pieles de becerro, cordero y cabra, secadas y alisadas. Así como en las tabletas de barro se escribía con punzones metálicos que iban haciendo incisiones sobre este material, en el papiro y en el pergamino, ya se empleó una especie de tinta. Los romanos escribían con plumas, que en alguna ocasión eran de bronce, pero comúnmente se trataba de plumas de aves y a veces de cañas que se preparaban adecuadamente para este uso.

            Otro medio empleado para escribir en la antigüedad, fueron las tabletas de cera, parece que ideadas por los griegos. La cera fundida se vaciaba dentro de unos marcos de madera y al solidificarse quedaban en una forma muy semejante a las "pizarras" que usábamos en la escuela antiguamente. Para formar un libro con ellas, se reunían a base de hacer unos taladros en los marcos de madera y se reunían con cintas de cuero. Estos "papeles" eran grabados por los escribas con buriles de metal. Hasta que en la Edad Media se empezó a escribir en papel, las tablas de cera fueron muy utilizadas, sobre todo en los medios económicamente débiles.

Publicado en: Sniace, nuestra vida social Nº 129 marzo-abril 1972


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