Gregorio Prieto y José Luis Hidalgo
Encuentro en Torrelavega
Tenía que suceder. Las manos del pintor -poesía en línea- se movían inquietas por entre los juncos del aire. Las manos del poeta -poesía en palabras- buscaban formas para posarse. Vagaban por el mismo mundo, por la misma luz, por el mismo código de estrellas. Las manos del pintar -ya lo he dicho, poesía en línea- oían la llamada de las flores ávidas de su tacto. Las manos del poeta -poesía en palabras, también lo he dicho- caían sobre tersos mármoles o ásperas piedras.
(Manos que te buscan)
Por e1 aire, por el ancho camino del aire. Por entre los hombres muertos, por las raíces de la noche el poeta, tocando, a veces, la roca dura y ciega, mientras en la Roma clásica las manos peces húmedos del pintar, dormían siestas inacabables, entre ruinas doradas por el sol, en espacios muertos para la historia. Pero no, no era aquello lo que buscaban; ni la sombría noche, ni el claro Mediterráneo.
(Y, de pronto, en el cielo brilló tu mano ardiendo.)
Tenía que suceder aquí, en Torrelavega, donde José Luis Hidalgo colmaba su espíritu en los años treinta con la poesía que Gregorio Prieto pintaba: el retrato de Lorca, el de Cernuda, el de Vicente; el Romancero Gitano... Donde habite el olvido... Espadas como labios ...
* * *
(Gracias, Gregorio, por haberme pedido que sea testigo de vuestro encuentro por encima del tiempo y de la muerte.)
Publicado en:
Catálogo de la exposición “Homenaje de Gregorio Prieto a José Luis Hidalgo” celebrada en la Sala Espí de Torrelavega del 22 de julio al 8 de agosto de 1980.
La primera parte (las palabras que leyó Aurelio García Cantalapiedra en el acto) se publicó en este Blog el día 21 de Julio de 2021
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