Palabras para abrir un libro de versos
Yo conocí a Luis Díaz poco después de haber leído este libro. Vivió en mi casa unos días. Sus palabras fueron nada más que suave soplo, silencio apoyado en frágiles nubes. Palabras y silencio que no presagiaban vientos violentos. Sin embargo, de aquel hondo callar, tierno, delicado, habían surgido estos duros versos. Pensé entonces que algo estaba roto dentro; quise averiguarlo, preguntar, profundizar con mi palabra en su silencio para poder decir algo concreto.
Me contestó el poeta: ahí están mis versos.
Volví a leerlos. ¿Tanto dolor que redimir, tanto amor que resucitar, tanta muerte?, ¿todo dentro de tanto silencio?
Insistió el poeta: ahí están mis versos.
Todo esto es lo que puedo decir de Luis Díaz. Si le conocierais, sabríais por qué lo afirmo. Si leéis el libro, comprenderéis, por lo menos, lo que hay en sus versos. Lo demás son palabras y silencio.
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Prologo al libro “Resurrección” de Luis Díaz. Edición de autor en 1971
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